Varosha en Famagusta – El Sol de México

Global Anáhuac
/ martes 22 de febrero de 2022
Dircea Arroyo Buganza
En 1974, Chipre sufrió una invasión que tuvo como principal resultado la división de la isla y la República de Chipre perdió alrededor del 37 por ciento de su tierra: la población griego chipriota tuvo que abandonar su hogar ante el avance del ejército turco. El lugar fue ocupado por militares y, desde entonces, la comunidad griego chipriota no ha podido regresar.
El país se dividió en dos comunidades, la griega chipriota y la turca chipriota. El gobierno de la primera tiene el reconocimiento del Sistema Internacional, mientras que la segunda tiene el reconocimiento de Turquía.
Desde la década de los años setenta del siglo XX han existido varios intentos para arreglar el problema de Chipre; desafortunadamente, hasta el momento no se ha podido llegar a un avance en las negociaciones: Turquía tiene mucha incidencia en la isla, de manera principal en la parte norte, y esto ha evitado el acercamiento político entre ambas comunidades.
El problema más reciente que se ha generado en Chipre fue la apertura de Varosha por el primer ministro turco chipriota Ersin Tatar en el año 2020, a pesar de las críticas de la Unión Europea y organismos internacionales como Naciones Unidas (ONU). El presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha apoyado estas acciones.
Este centro turístico -Varosha- se mantuvo cerrado gracias a que en 1984 el Consejo de Seguridad prohibió el asentamiento de cualquier persona que no fuera griego chipriota. Después, en 1991, se reafirmó esta resolución y se agregó que se debería de ceder su control a las fuerzas de mantenimiento de paz de la ONU.
Ersin Tatar explicó que habían mantenido cerrado este territorio durante décadas en espera de solucionar la problemática; pero, al percibir que no se podría llegar a ningún acuerdo, decidió reabrirla de manera unilateral. El primer ministro ha afirmado que este distrito, antes de pertenecer a la comunidad griego chipriota, fue de organizaciones religiosas y que el gobierno británico lo repartió de forma ilegal. Aun así, Tatar anunció que, de existir reclamos de antiguos propietarios, estos tendrían que dirigir su queja a la Comisión de Propiedad de Inmueble (IPC); sin embargo, al día de hoy, se encuentran 400 registros de griegos chipriotas que no han tenido una respuesta o solución aceptable a sus demandas.
El primer ministro de la República de Chipre, Nicos Anastasiades, ha buscado de manera incansable el apoyo de la Unión Europea para evitar la reocupación de Varosha y salvaguardar tanto la historia como el patrimonio de sus connacionales.
La realidad es que este tipo de acciones reflejan la solución que poco a poco va instaurando el norte turco chipriota: la creación de dos Estados en la isla de Chipre. Esta postura es muy diferente a la propuesta por la comunidad griega, que busca la implementación de una federación que tome en cuenta a las dos zonas al mismo tiempo que a las dos comunidades.
La apertura de Varosha, sin respetar las resoluciones anteriores emitidas por la ONU genera un malestar político que impide que se mantengan las negociaciones para solucionar la problemática que aqueja a la isla de Chipre desde 1974.

* Coordinadora Académica de la Facultad de Estudios Globales, Universidad Anáhuac México.
Dircea Arroyo Buganza
En 1974, Chipre sufrió una invasión que tuvo como principal resultado la división de la isla y la República de Chipre perdió alrededor del 37 por ciento de su tierra: la población griego chipriota tuvo que abandonar su hogar ante el avance del ejército turco. El lugar fue ocupado por militares y, desde entonces, la comunidad griego chipriota no ha podido regresar.
El país se dividió en dos comunidades, la griega chipriota y la turca chipriota. El gobierno de la primera tiene el reconocimiento del Sistema Internacional, mientras que la segunda tiene el reconocimiento de Turquía.
Desde la década de los años setenta del siglo XX han existido varios intentos para arreglar el problema de Chipre; desafortunadamente, hasta el momento no se ha podido llegar a un avance en las negociaciones: Turquía tiene mucha incidencia en la isla, de manera principal en la parte norte, y esto ha evitado el acercamiento político entre ambas comunidades.
El problema más reciente que se ha generado en Chipre fue la apertura de Varosha por el primer ministro turco chipriota Ersin Tatar en el año 2020, a pesar de las críticas de la Unión Europea y organismos internacionales como Naciones Unidas (ONU). El presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha apoyado estas acciones.
Este centro turístico -Varosha- se mantuvo cerrado gracias a que en 1984 el Consejo de Seguridad prohibió el asentamiento de cualquier persona que no fuera griego chipriota. Después, en 1991, se reafirmó esta resolución y se agregó que se debería de ceder su control a las fuerzas de mantenimiento de paz de la ONU.
Ersin Tatar explicó que habían mantenido cerrado este territorio durante décadas en espera de solucionar la problemática; pero, al percibir que no se podría llegar a ningún acuerdo, decidió reabrirla de manera unilateral. El primer ministro ha afirmado que este distrito, antes de pertenecer a la comunidad griego chipriota, fue de organizaciones religiosas y que el gobierno británico lo repartió de forma ilegal. Aun así, Tatar anunció que, de existir reclamos de antiguos propietarios, estos tendrían que dirigir su queja a la Comisión de Propiedad de Inmueble (IPC); sin embargo, al día de hoy, se encuentran 400 registros de griegos chipriotas que no han tenido una respuesta o solución aceptable a sus demandas.
El primer ministro de la República de Chipre, Nicos Anastasiades, ha buscado de manera incansable el apoyo de la Unión Europea para evitar la reocupación de Varosha y salvaguardar tanto la historia como el patrimonio de sus connacionales.
La realidad es que este tipo de acciones reflejan la solución que poco a poco va instaurando el norte turco chipriota: la creación de dos Estados en la isla de Chipre. Esta postura es muy diferente a la propuesta por la comunidad griega, que busca la implementación de una federación que tome en cuenta a las dos zonas al mismo tiempo que a las dos comunidades.
La apertura de Varosha, sin respetar las resoluciones anteriores emitidas por la ONU genera un malestar político que impide que se mantengan las negociaciones para solucionar la problemática que aqueja a la isla de Chipre desde 1974.

* Coordinadora Académica de la Facultad de Estudios Globales, Universidad Anáhuac México.
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