AMLO se pasó de la raya – El Sol de México

@angelicadelap

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/ lunes 14 de febrero de 2022
Muchas barbaridades pasan en las mañaneras. Pero la reacción del Presidente contra Carlos Loret de Mola el viernes pasado rebasó la mesura y evidenció su talante autoritario. Con esa imagen de que no rompe un plato lanzó todo su poder contra él y su equipo quienes en una investigación periodística evidenciaron que la familia de AMLO ni vive con austeridad, y usan los contactos desde el gobierno para favores. La residencia de Houston que habitó el hijo mayor del Presidente, pertenece a uno de los funcionarios de la compañía que recibió contratos millonarios por parte de Pemex justo en esa etapa. Si fue la nuera la cabildera o fue el hijo, para el caso es lo mismo: la pareja goza en Texas de aposentos propios de fifís: “no somos iguales” repite todos los días López Obrador siguiendo la regla goebbeliana.

Amenazar al comunicador de LatinUS con dejarle caer encima Hacienda, fue una reacción muy peligrosa porque trastocó toda sensatez. La violación a la Constitución y a la Ley a la vista de todos, evidenció su caprichosa personalidad y nuevamente su animadversión hacia la libertad de expresión y da pie a que otros cometan las mismas faltas.

En Veracruz el gobernador Cuitláhuac García, remedo de López Obrador, hace unos días le vimos altanero y majadero contra la periodista Sarah Landa a la que acusó de “abogar por los delincuentes” ante la pregunta sobre el delito inconstitucional de “ultrajes a la autoridad”. Cuitláhuac de manera prepotente, la hostigó regañándola en una conferencia de prensa. Si la hubiera tenido cerca a él, no dudo la hubiera golpeado como suelen hacer los machistas. La Comisión Estatal para la Atención y Protección de Periodistas, organismo autónomo local, le instó al gobernador a respetar el trabajo periodístico y expresó su apoyo a periodistas que han sido ninguneados por este señor. Veracruz, estado donde la Comisión ha recibido 93 denuncias desde el año pasado.

Así se las gasta el lopezobradorismo al despreciar las recomendaciones que desde las relatorías sobre libertad de expresión tanto de la CIDH como de Naciones Unidas han estado señalando para que se aplique la legislación y los mecanismos de protección y de atención a víctimas impulsados desde 2012. Incluso se ha señalado que ese tribunal de facto contra periodistas montado por el Presidente “Quién es quién, en las mentiras”, estigmatiza y pone en situación de riesgo a las y los comunicadores en un ambiente de violencia incontenible. La agresión contra periodistas provoca impunidad, y por desgracia van 5 periodistas asesinados en un mes.

Por eso es necesario dejar constancia del SPACES del viernes pasado organizado por @SociedadCivilMX para hablar sobre los contenidos de la mañanera en contra de Loret de Mola. Más de 65 mil cuentahabientes de Twitter se conectaron durante 9 horas para escuchar a 100 hablantes quienes expresaron su solidaridad con Carlos, incluso se narraron otras situaciones de agresiones y fue coincidente la preocupación por el deterioro de la libertad de expresión.

Mientras esto pasa, The Economist en su evaluación anual sobre democracia, pone en descenso a México de “democracia defectuosa” a “régimen híbrido”: estamos a un paso del “autoritarismo” coincidiendo con Cuba, Venezuela y Nicaragua. De los 5 criterios evaluados los más descalificados son “funcionamiento del gobierno” y “cultura cívica”. Urge salir de la pasividad.
Muchas barbaridades pasan en las mañaneras. Pero la reacción del Presidente contra Carlos Loret de Mola el viernes pasado rebasó la mesura y evidenció su talante autoritario. Con esa imagen de que no rompe un plato lanzó todo su poder contra él y su equipo quienes en una investigación periodística evidenciaron que la familia de AMLO ni vive con austeridad, y usan los contactos desde el gobierno para favores. La residencia de Houston que habitó el hijo mayor del Presidente, pertenece a uno de los funcionarios de la compañía que recibió contratos millonarios por parte de Pemex justo en esa etapa. Si fue la nuera la cabildera o fue el hijo, para el caso es lo mismo: la pareja goza en Texas de aposentos propios de fifís: “no somos iguales” repite todos los días López Obrador siguiendo la regla goebbeliana.